Recientemente se publicó un trabajo de investigación titulado “Los crímenes silenciados” por la periodista Elizabeth Salazar y el fotógrafo Marco Garro. Este documento resulta sumamente importante para la historia de nuestro país, ya que recoge testimonios inéditos de una serie de crímenes de odio perpetrados por la organización terrorista MRTA contra personas trans y homosexuales de San Martín, Ucayali y Loreto (de donde, por cierto, provengo con orgullo).
Para muchos, puede que esta serie de atentados contra la vida e identidades de personas LGTBIQ+ sea algo de épocas pasadas, pero lamentablemente no es así. Hoy en día, existen muchas organizaciones que, mediante procesos estandarizados y pensados para un solo tipo de individuo, discriminan la posibilidad de que personas trans, no binarias o visiblemente homosexuales, puedan acceder a un puesto de trabajo y demostrar el talento y habilidades que han ido adquiriendo mediante estudios, esfuerzo y dedicación como todos los demás.
La gran pregunta aquí sería, ¿Tu organización es una de ellas? De acuerdo con un estudio de Ipsos 2022, solo el 36% de peruanos estaría dispuesto a contratar a una persona trans (transexual, transgénero o travesti) y solo el 47% contrataría a una persona homosexual. Si extrapolamos esto a todo lo que implica la contratación de una persona, vemos que los problemas no acaban, especialmente cuando se trata de personas trans.
Hagamos un breve checklist:
– ¿Cuántas organizaciones conoces, permiten el uso del nombre social de las personas? Es decir, aquel con el que verdaderamente se identifican.
– ¿Cuántas cuentan con algún canal de denuncias ante situaciones de discriminación, incluidas aquellas por identidad de género y orientación sexual?
– ¿Cuántas tienen procesos de reclutamiento y selección que no discriminen a las personas LGTBIQ+ o de cualquier otra índole?
Como estas, puede haber muchísimas otras interrogantes e incluso, como embajador en temas de equidad, diversidad e inclusión de mi empresa, pecaría queriendo pretender que conozco todas las respuestas.
Si realmente quieres que la tuya sea una empresa reconocida por su inclusión y respeto hacia la diversidad (y, sobre todo, si tú eres responsable de impulsar ese cambio), revisa tus procesos internos con expertos y personas de la comunidad LGTBIQ+ y lo mismo, con personas racializadas, con algún tipo de discapacidad, etc. No podemos hablar de inclusión hasta que todos realmente seamos considerados en el camino del cambio.