¿Qué tienen en común las piezas de arte de Van Gogh y los videojuegos? Los dos son productos culturales y son dos temáticas que me apasionan muchísimo. Por eso, hoy quiero comentarles un ejemplo de colaboración entre ambos mundos que nos dejan una importante lección para aquellos que buscamos referencias de creatividad fuera de la caja para el ejercicio del marketing y las relaciones públicas.

Se trata del despliegue que realizó la firma Guerrilla Games para el lanzamiento de Horizon ForbiddenWest. Horizon cuenta la historia de un mundo post-apocalíptico. La humanidad se encuentra reducida y en conflicto. Luchan por su supervivencia frente a descomunales animales que fueron corrompidos por una tecnología que hoy los humanos ya no controlan y batallan un cambio climático de niveles destructivos. 

La firma neerlandesa comprendió la importancia de un lanzamiento 360°, haciendo uso de recursos más allá de su nicho e innovando con activaciones que buscaron apelar a diversos tipos de público con el objetivo de ampliar la base de fans que ya había logrado acopiar con el lanzamiento de la primera entrega de esta saga.

Las colaboraciones que más me llamaron la atención fueron por ejemplo: el theme song en colaboración con la artista de habla hispana Nathy Peluso, una línea de ropa junto al gigante del e-commerce fashionASOS y mi favorito: una intervención con el museo de arte: RIJKMUSEUM Y aquí me voy a detener para un análisis más a detalle.

En medio de su travesía dentro del juego Aloy, la protagonista, encuentra a un enigmático personaje que, contra todo pronóstico, ha logrado preservar piezas de arte que se creía perdido hace siglos. Así, los jugadores de Horizon Forbidden West tienen la oportunidad de ingresar a una bóveda que contiene decenas de réplicas de arte neerlandés cuidadosamente curadas y digitalizadas como parte de una colaboración histórica entre el Rijkmuseum y Guerrilla Games. 

Aquí no solo estamos hablando de una acción de amplificación externa al producto. La presencia del Rijkmuseum está profundamente hilada con el storytelling y de hecho es uno de los puntos con mayor peso emocional para el jugador.  El encuentro de la protagonista con este tesoro preservado es profundamente simbólico de todo lo que la humanidad puede perder y todo lo que tiene que salvar. Una metáfora perfecta de su propio viaje épico.

Además, no debemos dejar de lado el detalle: Guerrilla Games es una compañía holandesa y esta colaboración es también un tributo a sus orígenes. Este trabajo en conjunto ha permitido que un estimado de 32 millones de jugadores a nivel global (basado en las más de 8.4 millones copias del juego que se han vendido a la fecha) hayan podido conocer el arte albergado en el Rijksmuseum, el cual se encuentra ubicado físicamente en Ámsterdam.

Me gustaría que este ejemplo nos sirva de inspiración para nuestros planes y campañas. La realidad nos está mostrando que las fórmulas cambiaron, las campañas sobrepasan su plataforma de origen hacia otros recursos ajenos a su nicho y donde se funden diversas aristas de la creatividad y el arte. Donde la publicidad deja de componerse de piezas y posts y se vuelve un producto cultural que logra sorprender a un nicho tan exigente como el mundo gamer e incluso sumar a otros “fandoms”.

Dejo esta reflexión para invitarnos a pensar de manera creativa en alianzas inesperadas pero arraigadas en la esencia de las marcas que gestionamos con el objetivo de que logremos los objetivos propios del negocio y que también impactemos positivamente en las industrias culturales del país, que tanto lo necesitan.