El primer ministro Eduardo Arana obtuvo el voto de confianza del Congreso con apoyo de Fuerza Popular y APP. Sin embargo, crecen las tensiones con bancadas como Renovación Popular y nuevos escándalos afectan a Dina Boluarte. Fotografía por: PCM.

Este jueves 12 de junio, el primer ministro, Eduardo Arana, se presentó frente al Congreso para solicitar el voto de confianza y exponer la política del Gobierno para el último año de gestión. Tras su presentación, el premier recibió el voto de confianza con 62 votos a favor, 30 en contra y 10 abstenciones. En especial, destacó el respaldo de Fuerza Popular, y Alianza Para el Progreso, cuyos votos casi siempre respaldan al Gobierno. En contraparte, algunas bancadas como Renovación Popular inician a marcar distancia del Gobierno con el fin de evitar cargar con sus pasivos en la campaña electoral. Asimismo, resaltó el amplio ausentismo (28 congresistas), en especial en bancadas como Perú Libre, Avanza País y Podemos. 

El premier enfatizó en algunas propuestas como la evaluación del traslado de reos a la cárcel de El Salvador, el aumento salarial para las FFAA, el impulso de la ley contra el terrorismo urbano y evaluar la continuidad de Perú en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Aunque estas medidas buscarían generar respaldo de la ciudadanía, no solucionarían el problema de inseguridad.

También destacó el control de Pataz por la FFAA y PNP, la depuración del Reinfo de actores que operan al margen de la legalidad, la instalación de equipos de geolocalización en 60 días para identificar a extorsionadores, un shock desregulatorio, la posible creación de una policía municipal, y el rechazo a indemnizar a sentenciados por terrorismo. 

El voto de confianza se ha convertido en un mero procedimiento y no implica un respaldo incondicional al Ejecutivo.

De hecho, se espera que continúen las acciones de control político contra el Gobierno. Pese a otorgar el voto de confianza, se ha programado para este viernes 13 la interpelación del ministro de Cultura, Fabricio Valencia, tras la decisión del Ejecutivo de reducir la extensión de las líneas de Nazca, pese a ser un área protegida. 

El año prelectoral estará marcado por un cambio en la dinámica Ejecutivo – Legislativo.

Con un Gobierno cada vez más errático, débil y orientado a su supervivencia, las bancadas podrían empezar a marcar distancia para evitar cargar sus pasivos, como en el caso de Renovación Popular.

Aunque el respaldo de las principales fuerzas políticas, Fuerza Popular y Alianza Para el Progreso, aún sostiene al Gobierno, sus cálculos políticos podrían variar teniendo en cuenta que durante el último año de gestión la presidente ya no podrá cerrar el Congreso.  

La situación de la presidente Boluarte se complica.

Con una aprobación de 4% (IPSOS, junio 2025), Dina Boluarte enfrenta nuevo escándalo tras las declaraciones del doctor Mario Cabani. El cirujano sostiene que la presidente sí abandonó el cargo durante sus intervenciones y se habría falsificado su firma en los decretos publicados en esos días.

El congresista Juan Burgos (Avanza País) alista una moción de vacancia por permanente incapacidad moral en su contra. Aunque probablemente esta no prospere por falta de votos, se da en un contexto de mayor fragilidad para el Ejecutivo. 

Artículo elaborado por María Alejandra Gutiérrez, Coordinadora de Asuntos Públicos.