¿Qué pasó? Una movida, en apariencia simple, pero que generó amplio revuelo en el espectro de la música y las redes sociales. Hoy quiero compartir con un ustedes mi análisis marketero y lo que esta acción nos dice sobre el consumo de contenido y la exclusividad como tendencia.
La Táctica: Billie Eilish nos sorprendió con una estrategia inesperada en redes sociales, generando un alboroto entre sus seguidores al añadir a cada uno de los 110 millones de fans que albergaba su página de Instagram a su lista de «Close Friends«. Esta acción provocó una avalancha de reacciones entre los seguidores, quienes se preguntaban sobre el motivo detrás de esta inclusión masiva. En X (Twitter), los seguidores emocionados compartieron diversos screenshots y memes de sus reacciones, mostrando, con mucho humor la sensación de logro y satisfacción al lograr este grado de cercanía con una celebridad.
Las historias de «Close Friends» de Eilish mostraban contenido enigmático, incluyendo imágenes de sus tatuajes, fotos sin texto y pequeños mensajes que finalmente culminaron en el anuncio de su próximo álbum: «Hit Me Hard and Soft». La acción se reveló como una estrategia inteligente para generar exposición y anticipación para su próximo proyecto musical.
Los resultados: Tras el anuncio, la página de Instagram de Billie Eilish ha ganado once millones de seguidores, pasando de 110 a 121 millones en poquísimos días. Es esencial considerar el valor económico implícito en la estrategia. Según datos de Mailchimp, el costo de comprar seguidores en Instagram puede costar hasta 50 USD o más por cada 1.000 seguidores. Por lo tanto, si Billie Eilish hubiera optado por esta ruta, habría tenido que invertir un estimado de 550,000 USD. Este cálculo es hipotético, pero resalta la eficacia y el impacto positivo que tuvo la estrategia en el crecimiento y la exposición de su cuenta.
Tras el anuncio del nuevo álbum, los seguidores fueron removidos de la lista de “Close Friends”, generando reacciones mixtas. Algunos indicaban sentirse usados, otros entendían la mecánica promocional y su necesidad de privacidad. Personalmente, considero que la acción es simple pero creativa y que funciona con la marca personal que Billie viene construyendo: vanguardista y, sobre todo, irreverente. No pidió permiso ni tampoco disculpas.
Aprendizajes para las marcas: Esta táctica evidencia una tendencia creciente entre los usuarios de redes sociales: el deseo de consumir contenido más íntimo y exclusivo. Ello explica los fuertes ingresos generados por parte de celebridades y creadores de contenido a través de plataformas de contenido exclusivo como Patreon. A nivel local hemos visto el alza en la popularidad de las listas de suscripción de Instagram. Se han convertido en chats con nuestros influencers favoritos que brindan una cierta sensación de cercanía, aunque sea solo una interacción unidireccional. ¿Qué podemos llevarnos de esta táctica?
Crear Conexiones Auténticas: Las marcas pueden seguir el ejemplo de Eilish al buscar formas de conectar auténticamente con su audiencia, ofreciendo contenido exclusivo y personalizado para sus “fieles seguidores”, mostrando un formato más realista e íntimo.
Innovar Constantemente: En un paisaje digital en constante evolución, las marcas deben estar dispuestas a innovar y experimentar con nuevas estrategias para mantenerse relevantes y comprometer a su audiencia de manera efectiva. Billie, en este caso, es la primera famosa en ejecutar esta táctica. ¿Alguna marca se animará a jugar con un formato similar?
La estrategia de Billie Eilish en Instagram no solo ha demostrado ser efectiva para generar exposición y anticipación para su nuevo álbum, sino que también ofrece lecciones valiosas para las marcas sobre cómo conectar auténticamente con su audiencia en el entorno digital actual. ¿Te animarías a implementar algo similar?