En un mundo abarrotado de anuncios y paneles, buscamos nuevos métodos para llegar a un público cansado de la publicidad tradicional. Es así como toma relevancia la figura del influencer para las agencias y marcas.
Según el estudio de LatAm Intersec PR, el 59.9% de peruanos son impactados por las marcas, ya que son un medio efectivo para llegar a nuestro objetivo con el consumidor. Pero ¿sabemos quién es la PERSONA detrás de las historias, reels o tiktoks? ¿Cómo prefiere que lo llamemos? ¿Qué lo motivó a ser influencer? ¿Estudia o tiene una profesión? ¿Cuáles son sus gustos, sueños, hobbies, etc.?
Y es que, es claro que no solo buscamos concretar ventas, sino construir reputación y para ello debemos establecer relaciones sostenibles con los influencers quienes tienen un papel importante.
Según un estudio de Bazaarvoice, el 47% de los usuarios está cansado de los mensajes repetitivos y de baja calidad que hacen algunos influencers en redes sociales. Lo que significa que ese mensaje les alcanza, pero no es creíble.
Esto ocurre cuando no conocemos (ni analizamos) bien a nuestro influencer y solo lo vemos como un altavoz para nuestro mensaje basándonos en su número de seguidores y olvidando la persona compleja y única que es y por la que sus seguidores están allí. Es importante profundizar en el análisis del perfil para que tenga coherencia con la imagen que queremos posicionar, con el mensaje que queremos dar y, finalmente, con la reputación que estamos construyendo.
Recordemos que, según un estudio de Karspersky, 33% de los usuarios peruanos creen que los influencers son un escape de la realidad, 15% considera que podrían ser amigos, más de 21% se ha comunicado con ellos enviando un DM y, ojo a este dato importantísimo, 51% de los encuestados afirma que aprenden de los influencers que siguen en áreas como la salud, pasatiempos, moda y noticias. Todo esto se debe a que las redes sociales han sido indispensables para muchas personas durante la pandemia, y es que seis de cada diez usuarios en todo el mundo (59%) dicen que les han proporcionado una conexión vital durante la misma, mientras que en Perú la sensación llegó al 48%.
¿Ahora lo vemos con más claridad? Los influencers, para nuestro consumidor, representan ese escape de la rutina; ese amigo con intereses en común; e incluso un modelo a seguir o un maestro del que aprenden. Y para nosotros… ¿qué son? Lo resumo en algunos puntos clave:
1. Para nosotros el influencer es un stakeholder y, como tal, debemos trabajar en nuestra relación con ellos más allá del ámbito transaccional
2. Nuestra relación debe ser sostenida. No podemos hablarles solo para un canje, exigir que lo suban en una semana y no volver a contactarlos hasta la siguiente campaña.
3. Esa relación debe estar basada en el respeto a su estilo de contenido, sus horarios y a su trabajo.
4. Debe tener como ingrediente clave la empatía. Si bien pueden ser nuestros proveedores, siguen siendo personas de carne y hueso, pero con una gran exposición.
5. Debemos mantener una relación de mutuo beneficio. Ofrezcámosle algo que genuinamente tenga valor para ellos y así el contenido será eficaz porque simplemente será verdadero. (Y sí, los usuarios se dan cuenta cuando lo es y cuando no).
6. Para mantener una relación sólida, duradera y transparente, los términos del acuerdo con influencers deben ser específicos, detallados y sumamente claros con lo que se espera de cada una de las partes.
Estos sencillos tips pueden cambiar la visión que tenemos del influencer y ayudarnos a tener una relación sólida con ellos como stakeholder. Esto beneficia también el vínculo con el consumidor ya que este estaría recibiendo contenido genuino y transparente. De esta manera, cambiamos el contenido inverosímil por uno valioso para todos.