Remontar la reputación de la empresa es el gran reto de esta crisis y cada quien puede contribuir con acciones concretas desde sus organizaciones. Es evidente: hay desesperanza y demandas de cambio. Las elecciones nos demostraron que Lima y el resto del país están divididos, y que la legitimidad del modelo económico y de la empresa privada es cuestionada.

¿Qué podemos hacer, desde nuestras posiciones, para revertir esta situación? Hacer empresa de manera distinta.

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