En un mundo donde la tecnología e innovación lideran el camino hacia el futuro, la participación de las mujeres en áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) se torna más necesaria e importante que nunca. Si bien existen ciertos avances en términos de equidad de género en diversos campos, la brecha en este sector aún persiste y limita el potencial de innovación y desarrollo que estas áreas de estudio pueden aportar al mundo.

De hecho, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las mujeres representan poco más del 20% de los investigadores en todo el mundo, lo cual demuestra una situación no tan favorable. Sin embargo, para resolver los desafíos globales en materia de ciencia y tecnología, es esencial contar con una diversidad de perspectivas y experiencias. Excluir la presencia de las mujeres en estos espacios es limitarnos a tener una fuente rica de ideas e innovación, desde una perspectiva distinta al que existe hasta hoy.

Estudios realizados por McKinsey y el Fondo Monetario Internacional han demostrado que la diversidad de género en las organizaciones y equipos de investigación permite mejorar la calidad de la toma de decisiones, impulsar la creatividad, abordar una gama más amplia de perspectivas, lo que a su vez conduce a avances más significativos y obtener mejores resultados.

Además, y como destaca el FMI, reducir la brecha no solo impulsa el crecimiento económico, también les permite acceder a más sectores productivos, obtener empleos bien remunerados, incrementar su poder adquisitivo y así reducir la desigualdad económica.

Para promover una mayor participación femenina en áreas STEM, es necesario fomentarla desde temprana edad a través del combate de estereotipos que pueden disuadir a las niñas de seguir estos caminos.  La educación y la sensibilización son pilares fundamentales para cambiar la percepción social y fomentar un ambiente en el que ellas puedan sentirse empoderadas para perseguir sus intereses y metas sin restricciones.

Es importante señalar que no solo se trata de incrementar la cantidad de mujeres en estas disciplinas, también es importantes que obtengan un entorno de trabajo inclusivo y respetuoso. Ello implica abordar temas como el acoso y discriminación de género, así como promover políticas que no perjudiquen su presencia en espacios de trabajo y sobre todo equilibrar sus responsabilidades profesionales y personales de manera efectiva. 

Si bien esta situación todavía es una tarea pendiente, es alentador observar cómo diversas iniciativas están marcando la diferencia y allanando el camino hacia una mayor equidad de género en estos campos. Por ejemplo, la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC) logró incrementar la presencia de mujeres en carreras de Ingeniería del 16 % al 30 % con a través de su programa de becas. Ahora buscan seguir promoviéndolo a través de una inversión de 500 mil soles en UTEC Posgrado. Es hora de reconocer y abrazar plenamente el papel crucial que desempeñan en la construcción de un futuro más brillante y prometedor para todos.