Labor. El 65% de las inspecciones de Sunafil se originan por pedido de un trabajador. La entidad es más reactiva que proactiva, señalan especialistas.

La Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) publicó los resultados de sus fiscalizaciones realizadas entre enero y septiembre de este año. En ese período de tiempo realizó 55.693 inspecciones a nivel nacional, es decir, se realizan alrededor de 309 inspecciones en cada día hábil. El 65% del total se originaron a partir de la denuncia de un trabajador, extrabajador o de un sindicato. El 35% restantes responde a los planes diseñados por la propia autoridad.

 Para Jaime Cuzquén, associate partner del área laboral de EY Perú, los colaboradores han elevado la tendencia presentar sus quejas ante Sunafil porque ven que es más probable que la entidad responda a su llamado a que actúe de oficio.

 “Hay una tendencia mayor a las denuncias porque este Gobierno tiene un sesgo de protección mayor al trabajador, por lo que los sindicatos sienten que en Sunafil pueden conseguir el derecho que con la empresa no han obtenido”, indica.

Asimismo, advierte que muchas veces los sindicatos y trabajadores pueden caer en denuncias sin sustento.

“Hay una importante cantidad de trabajadores que sienten que Sunafil es su último recurso. Por ello, esta es la única manera de meter presión para el cumplimiento de sus pedidos, no necesariamente con fundamento legal, pero da la sensación de que los pueden atender”, explica.

Por otro lado, Katy Noriega, asociada principal del estudio PPU, remarca que tener una Sunafil activa es positivo. Sin embargo, subraya que esta centra sus operaciones en la fiscalización del sector formal, que solo representa el 24% de la población económicamente activa, y no en promover a las empresas informales hacia la formalidad.

 “La Sunafil hace un trabajo importante buscando el cumplimiento de las normas laborales, pero solo enfocándose en las empresas formales y no en las informales o en las que están en el límite de la formalidad. A estos últimos los tenemos que llevar de la mano para consolidar su figura. Con ellos habría que ser más asertivo en este camino porque el propósito de la Sunafil no solo es vigilancia y sanción, sino también promoción”, detalla.

PREVENCIÓN

Además de las fiscalizaciones, también se ha dado un avance en la aprobación de solicitudes de huelgas. Según un estudio de APOYO Comunicación, más del 40% de este tipo de pedidos se autorizaron en el 2021, teniendo mayor presencia en el segundo semestre.

Para evitar que los reclamos de los trabajadores escalen a denuncias o a solicitudes de huelga, el estudio sugiere que haya una comunicación respetuosa y asertiva con los representantes de los trabajadores. Asimismo, pide claridad en los mensajes que se les transmitirá en caso se tenga un pedido imposible de cumplir.

 “Lo importante es que haya una comunicación fluida. Que el líder sea empático quiere decir que escuche de manera permanente, que no minimice los reclamos, que tenga un mapeo claro de cuáles son las necesidades. Deben escuchar para atender, no para responder a un reclamo que ya se presentó”, resalta Milagros Avendaño, gerente general de APOYO Comunicación.

Fuente: Diario Día 1 – 14 – 11-2022