Las empresas y gremios que elijan pronunciarse sobre la agenda electoral de la segunda vuelta deberán centrar sus discursos en la promoción de valores democráticos coherentes a los principios de cada organización. Antagonizar a alguno de los dos candidatos sería contraproducente para la deteriorada imagen del sector empresarial.
La disminuida imagen del sector empresarial peruano —producto de los recientes escándalos de corrupción y financiamiento a campañas políticas— empujaría a empresas y gremios a replantear la estrategia de comunicaciones para sentar su posición sobre la segunda vuelta electoral para evitar un resultado contraproducente.
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